He vivido una temporada bastante floja dando pedales, pero fructífera en otros aspectos como el trabajo en el cual sigo disfrutando y aprendiendo.
Las lesiones, que siempre me han respetado, esta vez han aparecido en la zona cervical (desgaste de la edad) y a base de antiinflamatorios he ido tirando. Por lo demás todo sigue igual, con la diferencia que esta temporada me ha tocado ver el pelotón de la grupeta desde la parte trasera y en algunos momentos incluso desde unos metros más atrás sin tener mas madera que echar a la locomotora. Este deporte no tiene secretos, la cuestión es meter horas en la carretera simplemente para mantenerte, si a parte quieres mejorar, hay que meter horas... y de calidad.
Cuando di por iniciada la temporada en Enero todo iba según lo previsto, entrenando mis trece o catorce horas semanales, pero a medida que pasaban los meses en vez de ir a más, las horas dedicadas eran menos, incluso hubo meses los cuales solamente podía salir los fines de semana. Cuando no era el trabajo, era el cansancio por el mismo y no nos engañemos, a cierta edad cuesta mucho más cojer la forma y rendir como antes.
Todo ello no ha impedido poder realizar algunos viajes programados con la A. C. de Menorca durante este 2017. El último, un viaje espectacular al Pirineo Francés hace pocos días. Aún tengo en mis piernas y espalda el cansancio acumulado durante tres dias subiendo, subiendo y subiendo. Tourmalet, Aspin, Hourquete d'Ancizan, Pla d'adet, Col d'Azet, etc... fue lo que recorrimos estando instalados en Saint Lary Soulan, pueblo muy bonito pero algo tranquilo en estas fechas.
Ahora nos queda acabar la temporada con la Vuelta Cicloturista a Menorca, la Asamblra anual del Club, cena final de temporada y programarme el 2018 que promete ser apasionante.
En fin, esto es lo que ha acontecido esta vez, pero os aseguro que volveré ha ser el que un día fui.
Un abrazo